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lunes 14 de diciembre de 2020
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Por el coronavirus y el auge de los medios de transporte individuales, en todo el mundo hay furor por las bicicletas. En Europa, las ventas aumentaron 26%, en Estados Unidos, 34%, y Argentina no es la excepción, aquí que anualmente se venden entre 800.000 y 1,5 millones de bicicletas, esas cifras han aumentado más de 20%.
En la ciudad de buenos aires, en comparación a los datos del año pasado, hubo un aumento de hasta 114% de viajes en bicicleta. Mientras que en 2019 sólo 0,4% de los viajes de la Ciudad se hacían en bicicleta, antes de la pandemia ese porcentaje ya había ascendido al 4%, es decir, alrededor de 300 mil viajes.
En consecuencia, contrario a otros sectores de la economía que se vieron perjudicados en los últimos meses, la cuarentena provocó un "boom" en el uso de bicicletas. Este fenómeno de carácter mundial produjo faltantes de piezas, repuestos y componentes para el armado de productos, esto se debió a que las principales fábricas de insumos provienen de China, país de origen de la pandemia. Con las plantas cerradas durante tres meses y el alza de la demanda, las entregas se dilataron y toda la cadena de producción se atascó. Nadie pudo preverlo, la crisis del coronavirus sorprendió a toda la cadena global y logística, que trabaja para responder a las necesidades del momento actual. Para muchos, esta crisis permitirá consolidar la tendencia de crecimiento de un mercado con gran potencial.
El aumento en la demanda se dio por distintos factores. Uno de ellos, la limitación del uso del transporte público masivo a trabajadores esenciales. La medida, dejó a una masa de empleados exceptuados, pero no esenciales, sin un medio para desplazarse. En este contexto, ya sea por decisión u obligación, la bicicleta fue la respuesta a la necesidad de un medio de transporte seguro. Por otro lado, también fue la alternativa a otras actividades deportivas restringidas por la cuarentena.
Para suplir estas necesidades, mucha gente sacó sus viejas bicicletas de las bauleras, y buscó acondicionarlas, por lo que además de las ventas, crecieron las reparaciones, lo que causó sorpresa y generó mucho trabajo a los talleristas locales.
La pandemia ha logrado que la bicicleta se posicione definitivamente como un producto aspiracional, y Argentina no escapa a este fenómeno. En el país compiten en innovación y desarrollo con los autos, las motos y los celulares. Pero, ¿por qué un producto aspiracional? Coincide con el ideal de vida sana, no requiere combustible, se destaca por ser uno de los pocos medios de transporte que no contaminan el ambiente y, no menos importante, nos permite ahorrar dinero.